Mis poemas esta noche son muy crueles
y me dan una pluma que escribe rojo,
no quieren que escriba sobre papeles,
me piden que escriba sobre mi piel,
gota a gota me desangra,
y al dejar ir mis pensamientos, ya no vuelvo a ser aquel
que en cosas banales, su corazon alegra,
y comparte de su vida el aguamiel.
Ahora expongo mi noche negra,
con versos toscos
y son pocos
los momentos de esperanza, que me premiten ser.
Ahora en mi ser se integra,
el filo y el dolor
y sin color
se opaca mi vista hasta mas no ver.
Mi lienzo ahora tiembla,
y ya siento la fatiga,
el dolor no se mitiga.
Pero empiezo a sentir la calma,
el sol comienza a salir,
y ahora que ha llegado el alba
en compañia de la luna, es el momento de partir.
La otra última de amor
Hace 2 meses
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